jueves, 6 de diciembre de 2012





































Acusan a un ganadero de envenenar a dos quebrantahuesos tras hallar ADN de sus ovejas Es la primera vez en toda Europa que se aplica una técnica similar de investigación policial tras la muerte de las dos aves protegidas

http://www.ideal.es/granada/20121121/local/granada/averiguan-quin-quebrantahuesos-granada-201211211855.html

Acusan a un ganadero de envenenar a dos quebrantahuesos tras hallar ADN de sus ovejas

Es la primera vez en toda Europa que se aplica una técnica similar de investigación policial tras la muerte de las dos aves protegidas

21.11.12 - 18:55 -

Acusan a un ganadero de envenenar a dos quebrantahuesos tras hallar ADN de sus ovejas
Miembros de la Agencia de Medio Ambiente y del Seprona de la Guardia Civil junto al cadáver de uno de los quebrantahuesos. :: GUARDIA CIVIL
Dos quebrantahuesos envenenados, aparecidos muertos a 1.900 metros uno del otro en la ribera del río Castril, encendieron todas las alarmas en mayo del pasado año. El Seprona de la Guardia Civil y la Junta de Andalucía iniciaron un plan para combatir el uso de venenos en los entornos de los parques naturales el 1 de julio de 2011, especialmente en Castril, donde han aparecido muertos desde 2008 hasta la fecha cinco ejemplares de quebrantahuesos liberados para su reproducción, solo uno de los cinco de forma natural y los otros cuatro perecieron tras ingerir sustancias altamente tóxicas, utilizadas en la zona para acabar con las alimañas que atacan al ganado.
Tras la muerte por envenenamiento de los dos ejemplares de quebrantahuesos, el laboratorio del Centro de Análisis y Diagnóstico de Fauna Silvestre de la Junta de Andalucía determinó que los animales habían sido envenenados con Aldicarb, una sustancia potente capaz de matar con dosis minúsculas. Solo las incautaciones de este producto tóxico efectuadas por elSeprona y los agentes forestales de Medio Ambiente en el parque Natural de Castril durante 2008 y 2009 servirían para acabar con la vida de 80.000 personas.
Una vez conocidas las causas del óbito, el Seprona de la Guardia Civil hizo un mapa de las ganaderías que pastan por la zona, donde cohabitan los animales de un centenar de ganaderos. Era como buscar una aguja en un pajar. Posteriormente acotaron más su búsqueda para proceder a la toma de muestras de sangre de los machos reproductores del ganado que pastaban en la zona donde aparecieron muertos los dos quebrantahuesos, de los que solamente quedan con vida una decena en Andalucía. El juzgado del municipio de Huéscar otorgó la oportuna autorización a los agentes del Seprona para actuar y así lo hicieron. Tomaron más de 73 muestras de sangre a distintas ovejas de las habituales del entorno, un trabajo fino y muy bien hilvanado por el equipo tanto de la Comandancia como de Huéscar, con el apoyo de distintos departamentos de la Junta.
Se trataba de averiguar de qué ganadería era la carne del cebo envenenado que ingirieron antes de morir los dos quebrantahuesos. El laboratorio de la Junta analizó las muestras sanguíneas y tras su comparación con el ADN obtenido de las uñas de las dos rapaces, determinaron a que ‘firma’ pertenecía la carne envenenada. Con esos datos en la mano, el Seprona de la Guardia Civil ha imputado a un ganadero como presunto autor de la colocación del veneno. La acusación contra este hombre responde a los indicios hallados en las pruebas de ADN, que coinciden con el ‘deneí’ genético de sus ovejas.El juez determinará ahora si fue él o no quien colocó allí el veneno Aldicarb que mató a los dos quebrantahuesos.
Nunca antes en Europa se había efectuado una investigación del calibre de la efectuada en Granada para determinar quién había podido matar a los dos quebrantahuesos.
Pioneros
«En Europa nunca se había trabajado en la identificación de ADN de quebrantahuesos envenenados para averiguar el posible autor del origen de ese veneno. Somos pioneros, como lo es Andalucía desde hace una década en el combate de los venenos en el medio rural», comenta uno de los responsables de la Junta de Andalucía que ha colaborado en esta investigación Solo un dato: las inspecciones de los agentes del Seprona y de los forestales de la Junta de Andalucía en busca de venenos en los parques naturales en los últimos seis años ha permitido reducir a la mitrad el número de animales envenenados, al menos, en la provincia de Granada
«El uso de estos venenos es una cuestión cultural que se viene usando desde hace muchas décadas para combatir a los zorros», apunta la fuente consultada de la administración andaluza. Aunque no siempre son las alimañas que acaban con el ganado las envenenadas, sino el resto de animales, algunos protegidos como el caso de los quebrantahuesos y en alguna ocasión incluso el lince.
El único imputado por este caso espera la celebración del correspondiente juicio para aclarar este asunto, que de alguna forma ha puesto los puntos sobre las ies sobre un problema que cada vez está despertando más alarma en el medio rural, debido a la sucesión de muertes de animales protegidos. El quebrantahuesos está en el catálogo nacional de especies en extinción desde 1990

lunes, 10 de septiembre de 2012

Testigo del cambio climático

GRANADA

Testigo del cambio climático

Se la conoce como la mariposa de Puerto Lobo y es tan escasa y delicada que registra cualquier alteración de su hábitat y del clima

12.07.12 - 01:50 -


Cada vez hay que subir más alto para encontrarla. Un lepidóptero endémico de Sierra Nevada, Agriades zullichi, es el objetivo de estudio de científicos y técnicos ambientales que intentan determinar la evolución futura del clima en el continente europeo y, por extensión, en el resto del planeta. Esta pequeña mariposa de alrededor de dos centímetros de envergadura se ha convertido en un bioindicador perfecto del cambio climático, un testigo directo de lo que ocurre en áreas muy específicas y que acusan de forma especial cualquier modificación en las condiciones meteorológicas y ambientales. Este licénido (la familia en la que se engloban las pequeñas mariposas de colores azulados con puntos negros y blancos que vemos en prados y montañas) está catalogado como en peligro de extinción, y se da la circunstancia de que vive asociado, tanto en la fase larvaria como en la de adulto, con una planta también exclusiva de este macizo montañoso, a la que se conoce como Gregoria de Sierra Nevada, Androsace vitaliana subespecie nevadensis, y que también está en peligro de extinción.
«Este binomio endémico entre la mariposa y la planta implica que lo que afecta a una repercute en la otra», dice José Miguel Barea, especialista en lepidópteros y técnico ambiental de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de la Junta de Andalucía, que señala que el mayor problema de estas dos especies «es el cambio climático, ya que hay que tener en cuenta que viven en territorios situados por encima de 2.500 metros y llegan a superar los 3.000, lo que significa que cualquier subida, leve o moderada, de las temperaturas, podría llevar a la desaparición local de poblaciones de estas especies, una u otra, ya que la desaparición de la planta puede llevar consigo la de la mariposa».
La forma en la que estas y otras especies se comportan ante las modificaciones de las temperaturas es lo que estudian desde el Observatorio de Sierra Nevada, donde ya se han detectado cambios de comportamiento y cómo las especies animales, y también vegetales, ascienden a cotas más altas en busca de temperaturas más frías y un hábitat donde desarrollarse, porque donde antes estaban, para ellas, hace demasiado calor, pero cuando llegan a las cumbres ya no se puede subir más.
Agriades zullichi, debido a su total dependencia de la planta de la que se alimenta, es una especie con un marcado carácter sedentario y con muy poca posibilidad de dispersión, lo que la convierte en muy sensible a las situaciones de pérdida o deterioro de sus hábitats
Búsqueda
El día tres de julio, José Miguel Barea y el conservador del Espacio Natural de Sierra Nevada, Ignacio Henares, (también especialista en mariposas) intentaban localizar ejemplares de Agriades zullichi en una de las zonas donde habitualmente vive este lepidóptero, a 2.800 metros de altitud. Comprobaron que el número de ejemplares era mucho menor que en ocasiones anteriores (casi inexistentes) y que la planta se encontraba más deteriorada por el calor que años atrás, lo que sin duda afecta a la situación de la mariposa. «Este es un signo claro de cómo la evolución del clima afecta a la viabilidad de las especies», dice Ignacio Henares, que recuerda que a pesar de que hubo precipitaciones de nieve hace muy poco tiempo, en abril y mayo, la ola de calor de junio ha sido tremenda y las temperaturas han subido de forma demasiado rápida en Sierra Nevada .
Cambio de usos
Los datos aportados por los investigadores son fundamentales para establecer cuál debe ser la gestión para la protección y mejora de los ecosistemas. «Es la información necesaria para que en los espacios naturales protegidos sepamos qué podemos hacer para reducir la vulnerabilidad de estas especies y evitar el deterioro de sus hábitats», dice Ignacio Henares, que recuerda que el macizo de Sierra Nevada está considerado como el mejor territorio europeo para el estudio de la evolución del clima, «si a eso le añadimos la presencia de numerosos lepidópteros, muchos de ellos endémicos, que acusa de forma especial las alteraciones en el clima, estamos en el mejor escenario posible para estudiar el cambio climático».
Según el conservador del Espacio Natural de Sierra Nevada, todo lo que ocurre a escala de miles de kilómetros cuadrados en relación con el cambio climático en el continente europeo, en Sierra Nevada se produce en una escala de cientos de metros. «Lo sucedido en el gran continente, ocurre igual en el pequeño que es el macizo granadino», dice Ignacio Henares, que apunta que al mismo tiempo que algunas especies ascienden en busca de cotas más altas, por abajo, aparecen otras que antes no estaban dentro del territorio montañoso. Huyen de las altas temperaturas y buscan ecosistemas más frescos.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Voluntarios restauran abrevaderos para conservar sapos en extinción en el PN Sierra de Baza

Voluntarios restauran abrevaderos para conservar sapos en extinción en el PN Sierra de Baza

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La Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente está realizando medidas para la conservación de los anfibios en el Parque Natural de la Sierra de Baza
abrevadero
Los integrantes de la Red de Voluntarios del Parque Natural de la Sierra de Baza aprenden a conocer el mundo de los anfibios y su distribución en el parque y  trabajan en la recuperación y puesta en funcionamiento de abrevaderos para animales que a su vez son imprescindibles para facilitar el ciclo de vida del “sapo partero bético”. Una especie que está catalogada como vulnerable siendo la única especie de anfibio en Andalucía considerada como especie amenazada debido a una distribución geográfica muy reducida y fragmentada, que está sufriendo declives continuados en sus poblaciones debido principalmente a la sequía, abandono de fuentes y albercas tradicionales en zonas de antigua agricultura de montaña.

Los voluntarios recibieron una  sesión de formación teórica, a cargo de un técnico especialista en Herpetofauna, que explicó datos básicos del  ciclo biológico de los anfibios, sus peculiaridades, su importancia en el medio, y sus amenazas. Se mostró cómo reconocer las principales especies de anfibios  existentes,  así como las actuaciones efectuadas por la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente para la conservación de los hábitats de estos vertebrados. 
Ya en la salida al campo los voluntarios ambientales restauraron uno de los abrevaderos que hay en el paraje de Prados del Rey que estaba inservible, con el objetivo de conseguir retener agua y que volviera a tener uso como abrevadero para animales y como importantísimo lugar para vida del sapo partero bético. Una vez terminado el abrevadero y comprobada la estanqueidad, se lleno de agua y se procedió a la suelta de varios renacuajos.  
La Estación Biológica de Doñana EBD-CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y el departamento de Biología Animal y Ecología de la Universidad de Granada han  realizado un estudio sobre el estado de conservación de las poblaciones de sapo partero bético (Alytes dickhilleni). El proyecto está coordinado desde la Universidad de Granada por Juan Manuel Pleguezuelos y desde la Estación Biológica de Doñana por el investigador Miguel Tejedo, y realizado por un equipo de investigadores que pretenden conocer la distribución y diversidad genética de sus poblaciones, así como los requerimientos ecológicos básicos que permitan la adopción de medidas que ayuden a su conservación. 
Los objetivos que se persiguen son: actualizar los datos del estado y distribución de las poblaciones. Analizar la variabilidad genética entre poblaciones de distinta procedencia, para estimar los posibles niveles de endogamia y declive de las mismas. Estudiar los hábitat tanto de los adultos como de las larvas, así como la viabilidad de los mismos y promover medidas activas de conservación como sería establecer un plan de gestión de los puntos de agua usados para su reproducción, que es precisamente lo que están haciendo los voluntarios del Parque Natural de la Sierra de Baza.
renacuajo
Sapo partero
En el estudio Miguel Tejero explica que el sapo partero es de pequeño tamaño que alcanza una longitud de 50-55 mm. Su piel es relativamente lisa con un diseño de manchas parduscas o verdosas sobre fondo claro, con zonas más claras entre los ojos y hocico. Los ojos son grandes con pupilas verticales oscuras, el hocico corto y puntiagudo y el tímpano redondo situado detrás de los ojos. 
Las diferencias físicas entre machos y hembras son poco apreciables a simple vista, pero todos los ejemplares con carga de huevos son machos. 
El sapo partero lleva una vida principalmente nocturna y pasa el día escondido bajo piedras y en grietas o enterrado en la tierra. Es una especie ovípara, en la época de celo (desde otoño a primavera) los cortejos y cópula ocurren en el medio terrestre, transportando los machos los huevos fecundados. Cuando los renacuajos han madurado lo suficiente el macho se acerca a una zona acuática y moviendo las patas traseras deja caer la masa en el agua. Es entonces cuando los renacuajos eclosionan y comienzan a nadar y a alimentarse. El desarrollo acuático de las larvas suele ser muy largo y depende de la abundancia de comida y la temperatura del agua.
Sapo de montaña
El sapo partero es una especie característica de zonas de montaña, entre 700 y 2.200 metros sobre el nivel del mar. Se suele encontrar en pinares, encinares, robledales, paisajes abiertos y rocosos, en fuentes y albercas tradicionales. Los adultos se ocultan en fisuras de rocas y bajo piedras próximas a puntos de agua. 
El sapo partero bético es una especie endémica que tiene un área de distribución restringida al ámbito de las sierras béticas, principalmente Andalucía oriental, aunque se extiende también por las serranías limítrofes de Albacete y Murcia.
sapo
En el Parque Natural de la Sierra de Baza el sapo partero bético se encuentra en algunos arroyos, fuentes, estanques, abrevaderos y albercas desde los 1.400 m. hasta los 2060 metros en las zonas más altas del PN como la Canaleja Alta, Pozo de la Nieve, Puerto de las Palomas, Cortijo de Los Herrera, El Cascajal, Fuente de la Fonfría, Cabecera del barranco Fonfría, Rambla de Baúl, Fuente de la Fraguara y Fuente de la Alfaguara.



domingo, 19 de agosto de 2012