
El
jacinto es una de las plantas más populares de los jardines, gracias a
sus bellos racimos de flores de colores vivos e intenso perfume. Esta
bulbosa de la familia de las liláceas es ideal para jardines y balcones,
para decorar macetas y jardineras. Según el lenguaje de las flores, el
jacinto significa constancia, cariño, el gozo del corazón.
Procedente de Oriente Medio, actualmente su difusión por Europa se
debe a las enormes producciones procedentes de Holanda. Las flores nacen
en la primavera, con la llegada del mes de marzo, en forma de racimos.
Éstos surgen del medio de las hojas, cada uno con pequeñas
inflorescencias, todas ellas del mismo color.
Existen variedades de diversas tonalidades: rojo, azul, naranja,
rosa, amarillo, blanco, etc. Generalmente los bulbos de color claro
corresponden a flores blancas y amarillas, los de color oscuro, al resto
de gamas. Cada planta suele tener unas cinco o seis hojas muy carnosas.
Cultivo y cuidados

Para
cultivar jacintos tendremos que plantar en octubre los bulbos. Siempre
optaremos por los de mayor calidad y más gruesos. Para obtener grandes
floraciones, renovaremos los bulbos cada año, en vez de utilizar los
mismos. Otra opción es dejar que el jacinto florezca cada dos años,
aunque requerirán abono, porque las flores agotan mucho la tierra.
Una alternativa para decorar nuestro hogar es cultivar jacintos en
recipientes llamados jacinteras. Éstas se cubren con agua, evitando
siempre el contacto del bulbo con el agua para que no se pudra.
En el líquido diluiremos una cucharadita de sal, cambiaremos el agua
cada dos semanas, evitando mojar el bulbo, y lo dejaremos en oscuridad
para que se desarrollen bien las raíces. Un bulbo se está pudriendo
cuando las hojas amarillean. Con las jacinteras es fácil darse cuenta de
la podredumbre porque el bulbo está a la vista.

Aparte
de estos recipientes, lo más común es plantarlos en la tierra, ya sea
en jardín o en macetas. En el primer caso, los bulbos deben introducirse
a un palmo bajo tierra. Para pasarlos al terreno, buscaremos un lugar
con suelo drenado, suelto y fértil, donde dé bien el sol. Insistimos en
que el exceso de riego y los suelos húmedos pueden pudrir la planta.
Para la tierra podemos usar una mezcla de tres partes: una de arena de
río, otra de sustrato universal y una tercera de mantillo.
Cuidado con la roya, el moho gris, pulgones, los nematodos y la mosca
de los bulbos, entre otras plagas. Los cambios de temperatura o las
irregularidades en el riego pueden provocar la caída de las flores.
Floración

Cuando
las hojas se abren, podemos observar como emerge del centro un racimo
de flores, que encontrará su máximo esplendor en el mes de marzo. Las
flores se conservarán durante dos semanas, a lo sumo tres. Con el calor,
las flores se marchitan, así que pueden durar menos con altas
temperaturas o si se cultiva en el interior.
Normalmente, tras las primeras flores, viene una segunda
inflorescencia menos espectacular. Para ayudar a la planta, tendremos
que cortar todo lo que se pueda cuando haya pasado la primera
inflorescencia.
Multiplicación

Para
reproducir los jacintos, las semillas es un proceso lento e inseguro.
Los bulbos son la mejor opción y se pueden comprar en otoño fácilmente
en cualquier vivero, con brotes o sin ellos. No obstante, los mismos
jacintos producen pequeños bulbos que nos pueden servir para cultivar
nuevas plantas.
Para forzar a los bulbos a generar bulbillos podemos recurrir a dos técnicas:
Se corta la base del bulbo, justo de la parte donde salen las raíces,
de manera que todas las hojas del bulbo se hayan cortado. Se aplica
fungicida y se deja el bulbo en una zona fresca y ventilada hasta que se
formen en el corte los pequeños bulbos. En octubre se planta el
bulbo-madre y se cubre con sustrato cada uno de los bulbos-hijo. En
verano podremos sacarlos de la tierra y separar los bulbos.
Otra alternativa más sencilla es hacer en la base del bulbo dos
cortes en cruz poco profundos. Si se deja en un sitio seco hasta que se
abran los cortes. Al trasladar el bulbo a un lugar ventilado y oscuro,
se desarrollarán los bulbillos en esos mismos cortes. as cortes se
abran. Luego se deja en una habitación oscura y fresca hasta que se
desarrollen bulbillos, que se pueden sembrar en otoño.
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