sábado, 23 de febrero de 2013

sábado, 26 de enero de 2013

FLORES DE LA VIOLETA ENTRE LA NIEVE.

ETNOBOTÁNICA DE LA SIERRA DE BAZA: 
 
LA VIOLETA (Viola odorata)

Violetas en la nieve. Ilustrativamente llamadas las flores de las violetas como "lágrimas de los dioses". En la ficha se describe el origen de este bello nombre para estas bellas flores.






El género de las violetas está integrado por unas 200 especies, caracterizadas por sus flores zigomorfas, asilares y solitarias, con los sépalos apendiculados en la base y el fruto en cápsulas. De este amplio género solo la violeta común (Viola odorata) despide olor, por lo que también es conocida como violeta de perfume, una planta vivaz o perenne con las hojas acorazonadas dispuestas en roseta.
 
Esta planta ha sido desde antiguo ampliamente cultivada en los parques y jardines, tanto por su fácil reproducción (por semillas y por esquejes) como por la belleza de sus flores y su delicado olor. Precisamente la flor es la parte más utilizada en la farmacopea, empleándose tanto en infusiones como en jarabes. La infusión de violeta, se prepara hirviendo en agua unos 3 gramos de pétalos secos (una cucharadita) por taza de agua; la infusión obtenida es de agradable sabor y de un delicado color verdoso-azulado. Se considera que tiene propiedades dulcificantes, sudoríficas, antiespasmódicas y pectorales. El jarabe de violeta, también es muy popular y en farmacia es denominado Sirup Violarium, tiene análogas propiedades a la infusión de violeta y se prepara hirviendo en un litro de agua 30 gramos de pétalos florales. Después de hervir se deja el brebaje en reposo durante 12 horas y se cuela, pasándolo a una garrafa de 3 ó 5 litros, donde se le añade 1,5 Kg. de azúcar, removiendo la melaza durante varios días, hasta conseguir que se disuelva totalmente el azúcar, tras lo que puede tomarse a la manera clásica de los jarabes.
 
Las hojas de violeta también han sido utilizadas como emolientes y laxantes e incluso como reactivos químicos. La raíz de violeta ha sido también empleada en la farmacia clásica como sustituto de la ipecacuana (Cephoelis hipecacuanha) una planta procedente de Brasil que fue ampliamente utilizada en medicina por sus propiedades eméticas (sustancia que sin otro trastorno provoca vómito). Para ello se trituraban 10 gramos de raíz de violeta y se mezclaba con ¼ de litro de agua hirviendo, manteniendo en el fuego el líquido hasta quedar reducido aproximadamente a la mitad. El brebaje resultante se tomaba a cucharaditas hasta provocar el vómito.
 
Otras aplicaciones clásicas de la violeta como era para fabricar perfumes, se encuentra hoy en día en desuso, dado el elevado número de pétalos necesarios para obtener una cantidad apreciable de perfume y haber sido sustituido el perfume natural de violeta por otras imitaciones químicas de más aroma y mucho menos costo, lo que ha desplazado al producto natural de los mercados.
 
Muy curioso es el misticismo y leyendas que rodean a la violeta, a cuya precoz floración se le ha intentado dar una explicación mágica en la mitología clásica. Así, en Grecia, se contaba que las violetas nacieron de la sangre de Atis, cuando en un acto de locura se autocastró bajo un pino. En la antigua Roma seguía un significado parecido la leyenda que sitúa su origen en lágrimas caídas del cielo que reflejan la alegría que los dioses sintieron cuando hicieron las estaciones del año. Cuentan que después de haber creado los dioses el invierno, de un  soplo apartaron las nieves y la hierba comenzó a nacer, las aguas de los arroyos a correr y el sol a salir entre las nubes. Antes el espectáculo los dioses comenzaron a llorar de alegría y éstas lágrimas cayeron sobre la tierra, brotando de ellas las violetas, de aquí que también sean llamadas como “lágrimas de los dioses”. Bello nombre para unas bellas flores.
 
Ignacio Abella en su libro “La Magia de las Plantas” relata como en los cuentos populares la violeta aparece como símbolo del misterio que nos atrae a los más profundo y recóndito de los bosques. Este mismo autor refiere como la diosa Proserpina estaba recogiendo narcisos y violetas cuando fue raptada a las regiones infernales. Interpretando el autor que es posible que en la mitología clásica tanto los narcisos como las violetas representen señales o puertas hacia el más allá y no solo la interpretación estacional o temporal con que se asocia el despertar de estas flores cuando despierta el invierno de su sueño y la vegetación reaparece en la primavera. Apoya su tesis de la interpretación esotérica de que las violetas eran consideradas un símbolo para abrir las puertas del más allá, el hecho de que en las rosalías romanas (también llamadas violarías) se ofrendaba a los espíritus de los muertos rosas y violetas sobre sus tumbas.
 
Más modernamente también hemos encontrado otros misticismos relacionados con la violeta. Así en la Edad Media, en el sur de Alemania, era costumbre atar en un mástil la primera violeta encontrada y bailar a su alrededor para dar la bienvenida a esta estación del año. En la tradición Cristiana también está presente la violeta y se cuenta que San Bernardo la llamó “la flor de la humildad”, siendo adoptada como símbolo de la Virgen María como representación suprema de la humildad en la Tierra.
 
En la alquimia también tenía sus atributos secretos la violeta y así en la pintura de Florentino Piero de Cosino (1462-1521) llamada “La muerte de Procris” y que se considera está llena de mensajes alquímicos, aparece representada en la margen inferior izquierda del cuadro esta planta en floración.
 
La violeta también está representada en el símbolo de los bonapartistas (seguidores de Napoleón). Esto ha sido objeto de numerosas interpretaciones, así se cuenta que cuando el emperador Napoleón fue desterrado a la isla de Elba (verano de 1815), prometió a sus seguidores que volvería junto con las violetas de la siguiente primavera. A partir de aquel momento, la violeta fue el emblema de los bonapartistas y la contraseña de quienes deseaban su retorno a Francia. Estas mismas fuentes cuentan que cuando el cuerpo de Napoleón regresó a Francia, ya muerto, portaba colgado de su pecho una cajita dorada que contenía dos violetas. Dando cumplimiento, aunque solo fuera simbólicamente, a su deseo de regresar a Francia junto con las violetas. Los restos de Napoleón recibieron definitiva sepultura bajo la cúpula de Los Inválidos, en Paris, el 2 de abril de 1861.



jueves, 6 de diciembre de 2012





































Acusan a un ganadero de envenenar a dos quebrantahuesos tras hallar ADN de sus ovejas Es la primera vez en toda Europa que se aplica una técnica similar de investigación policial tras la muerte de las dos aves protegidas

http://www.ideal.es/granada/20121121/local/granada/averiguan-quin-quebrantahuesos-granada-201211211855.html

Acusan a un ganadero de envenenar a dos quebrantahuesos tras hallar ADN de sus ovejas

Es la primera vez en toda Europa que se aplica una técnica similar de investigación policial tras la muerte de las dos aves protegidas

21.11.12 - 18:55 -

Acusan a un ganadero de envenenar a dos quebrantahuesos tras hallar ADN de sus ovejas
Miembros de la Agencia de Medio Ambiente y del Seprona de la Guardia Civil junto al cadáver de uno de los quebrantahuesos. :: GUARDIA CIVIL
Dos quebrantahuesos envenenados, aparecidos muertos a 1.900 metros uno del otro en la ribera del río Castril, encendieron todas las alarmas en mayo del pasado año. El Seprona de la Guardia Civil y la Junta de Andalucía iniciaron un plan para combatir el uso de venenos en los entornos de los parques naturales el 1 de julio de 2011, especialmente en Castril, donde han aparecido muertos desde 2008 hasta la fecha cinco ejemplares de quebrantahuesos liberados para su reproducción, solo uno de los cinco de forma natural y los otros cuatro perecieron tras ingerir sustancias altamente tóxicas, utilizadas en la zona para acabar con las alimañas que atacan al ganado.
Tras la muerte por envenenamiento de los dos ejemplares de quebrantahuesos, el laboratorio del Centro de Análisis y Diagnóstico de Fauna Silvestre de la Junta de Andalucía determinó que los animales habían sido envenenados con Aldicarb, una sustancia potente capaz de matar con dosis minúsculas. Solo las incautaciones de este producto tóxico efectuadas por elSeprona y los agentes forestales de Medio Ambiente en el parque Natural de Castril durante 2008 y 2009 servirían para acabar con la vida de 80.000 personas.
Una vez conocidas las causas del óbito, el Seprona de la Guardia Civil hizo un mapa de las ganaderías que pastan por la zona, donde cohabitan los animales de un centenar de ganaderos. Era como buscar una aguja en un pajar. Posteriormente acotaron más su búsqueda para proceder a la toma de muestras de sangre de los machos reproductores del ganado que pastaban en la zona donde aparecieron muertos los dos quebrantahuesos, de los que solamente quedan con vida una decena en Andalucía. El juzgado del municipio de Huéscar otorgó la oportuna autorización a los agentes del Seprona para actuar y así lo hicieron. Tomaron más de 73 muestras de sangre a distintas ovejas de las habituales del entorno, un trabajo fino y muy bien hilvanado por el equipo tanto de la Comandancia como de Huéscar, con el apoyo de distintos departamentos de la Junta.
Se trataba de averiguar de qué ganadería era la carne del cebo envenenado que ingirieron antes de morir los dos quebrantahuesos. El laboratorio de la Junta analizó las muestras sanguíneas y tras su comparación con el ADN obtenido de las uñas de las dos rapaces, determinaron a que ‘firma’ pertenecía la carne envenenada. Con esos datos en la mano, el Seprona de la Guardia Civil ha imputado a un ganadero como presunto autor de la colocación del veneno. La acusación contra este hombre responde a los indicios hallados en las pruebas de ADN, que coinciden con el ‘deneí’ genético de sus ovejas.El juez determinará ahora si fue él o no quien colocó allí el veneno Aldicarb que mató a los dos quebrantahuesos.
Nunca antes en Europa se había efectuado una investigación del calibre de la efectuada en Granada para determinar quién había podido matar a los dos quebrantahuesos.
Pioneros
«En Europa nunca se había trabajado en la identificación de ADN de quebrantahuesos envenenados para averiguar el posible autor del origen de ese veneno. Somos pioneros, como lo es Andalucía desde hace una década en el combate de los venenos en el medio rural», comenta uno de los responsables de la Junta de Andalucía que ha colaborado en esta investigación Solo un dato: las inspecciones de los agentes del Seprona y de los forestales de la Junta de Andalucía en busca de venenos en los parques naturales en los últimos seis años ha permitido reducir a la mitrad el número de animales envenenados, al menos, en la provincia de Granada
«El uso de estos venenos es una cuestión cultural que se viene usando desde hace muchas décadas para combatir a los zorros», apunta la fuente consultada de la administración andaluza. Aunque no siempre son las alimañas que acaban con el ganado las envenenadas, sino el resto de animales, algunos protegidos como el caso de los quebrantahuesos y en alguna ocasión incluso el lince.
El único imputado por este caso espera la celebración del correspondiente juicio para aclarar este asunto, que de alguna forma ha puesto los puntos sobre las ies sobre un problema que cada vez está despertando más alarma en el medio rural, debido a la sucesión de muertes de animales protegidos. El quebrantahuesos está en el catálogo nacional de especies en extinción desde 1990

lunes, 10 de septiembre de 2012

Testigo del cambio climático

GRANADA

Testigo del cambio climático

Se la conoce como la mariposa de Puerto Lobo y es tan escasa y delicada que registra cualquier alteración de su hábitat y del clima

12.07.12 - 01:50 -


Cada vez hay que subir más alto para encontrarla. Un lepidóptero endémico de Sierra Nevada, Agriades zullichi, es el objetivo de estudio de científicos y técnicos ambientales que intentan determinar la evolución futura del clima en el continente europeo y, por extensión, en el resto del planeta. Esta pequeña mariposa de alrededor de dos centímetros de envergadura se ha convertido en un bioindicador perfecto del cambio climático, un testigo directo de lo que ocurre en áreas muy específicas y que acusan de forma especial cualquier modificación en las condiciones meteorológicas y ambientales. Este licénido (la familia en la que se engloban las pequeñas mariposas de colores azulados con puntos negros y blancos que vemos en prados y montañas) está catalogado como en peligro de extinción, y se da la circunstancia de que vive asociado, tanto en la fase larvaria como en la de adulto, con una planta también exclusiva de este macizo montañoso, a la que se conoce como Gregoria de Sierra Nevada, Androsace vitaliana subespecie nevadensis, y que también está en peligro de extinción.
«Este binomio endémico entre la mariposa y la planta implica que lo que afecta a una repercute en la otra», dice José Miguel Barea, especialista en lepidópteros y técnico ambiental de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de la Junta de Andalucía, que señala que el mayor problema de estas dos especies «es el cambio climático, ya que hay que tener en cuenta que viven en territorios situados por encima de 2.500 metros y llegan a superar los 3.000, lo que significa que cualquier subida, leve o moderada, de las temperaturas, podría llevar a la desaparición local de poblaciones de estas especies, una u otra, ya que la desaparición de la planta puede llevar consigo la de la mariposa».
La forma en la que estas y otras especies se comportan ante las modificaciones de las temperaturas es lo que estudian desde el Observatorio de Sierra Nevada, donde ya se han detectado cambios de comportamiento y cómo las especies animales, y también vegetales, ascienden a cotas más altas en busca de temperaturas más frías y un hábitat donde desarrollarse, porque donde antes estaban, para ellas, hace demasiado calor, pero cuando llegan a las cumbres ya no se puede subir más.
Agriades zullichi, debido a su total dependencia de la planta de la que se alimenta, es una especie con un marcado carácter sedentario y con muy poca posibilidad de dispersión, lo que la convierte en muy sensible a las situaciones de pérdida o deterioro de sus hábitats
Búsqueda
El día tres de julio, José Miguel Barea y el conservador del Espacio Natural de Sierra Nevada, Ignacio Henares, (también especialista en mariposas) intentaban localizar ejemplares de Agriades zullichi en una de las zonas donde habitualmente vive este lepidóptero, a 2.800 metros de altitud. Comprobaron que el número de ejemplares era mucho menor que en ocasiones anteriores (casi inexistentes) y que la planta se encontraba más deteriorada por el calor que años atrás, lo que sin duda afecta a la situación de la mariposa. «Este es un signo claro de cómo la evolución del clima afecta a la viabilidad de las especies», dice Ignacio Henares, que recuerda que a pesar de que hubo precipitaciones de nieve hace muy poco tiempo, en abril y mayo, la ola de calor de junio ha sido tremenda y las temperaturas han subido de forma demasiado rápida en Sierra Nevada .
Cambio de usos
Los datos aportados por los investigadores son fundamentales para establecer cuál debe ser la gestión para la protección y mejora de los ecosistemas. «Es la información necesaria para que en los espacios naturales protegidos sepamos qué podemos hacer para reducir la vulnerabilidad de estas especies y evitar el deterioro de sus hábitats», dice Ignacio Henares, que recuerda que el macizo de Sierra Nevada está considerado como el mejor territorio europeo para el estudio de la evolución del clima, «si a eso le añadimos la presencia de numerosos lepidópteros, muchos de ellos endémicos, que acusa de forma especial las alteraciones en el clima, estamos en el mejor escenario posible para estudiar el cambio climático».
Según el conservador del Espacio Natural de Sierra Nevada, todo lo que ocurre a escala de miles de kilómetros cuadrados en relación con el cambio climático en el continente europeo, en Sierra Nevada se produce en una escala de cientos de metros. «Lo sucedido en el gran continente, ocurre igual en el pequeño que es el macizo granadino», dice Ignacio Henares, que apunta que al mismo tiempo que algunas especies ascienden en busca de cotas más altas, por abajo, aparecen otras que antes no estaban dentro del territorio montañoso. Huyen de las altas temperaturas y buscan ecosistemas más frescos.